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Violencia política y social ¿El único límite es la muerte?

Ante los hechos de público conocimientos ocurridos el día jueves 1 de septiembre de 2022, en donde un individuo gatilló un arma de fuego frente a la vicepresidenta de la nación Cristina Fernandez de Kirchner, quienes formamos parte de www.unbouquetdehistorias.com.ar vimos la necesidad de realizar un material para poder debatir el tema en las escuelas.

En este caso realizamos el material teniendo en cuenta el vocabulario y el desarrollo de estudiantes de escuelas secundarias, aunque también se puede utilizar en instituciones terciarias.

Compartimos el material con ustedes con el deseo de que sirva como disparador de debates que necesariamente debemos realizar si queremos una sociedad mas justa.

Atte. Diego Bouquet.

Violencia política y social

¿El único límite es la muerte?

Introducción: ¿Cómo analizamos la realidad?

Es muy difícil que alguien que viva en Argentina no se haya enterado de que el jueves 1 de septiembre de 2022 un hombre gatilló un arma frente al rostro de la actual vicepresidenta de la nación Cristina Fernández de Kirchner. También es difícil analizar un hecho de tal magnitud sin que el que lea este texto no crea que estamos cayendo de uno de los lados de la grieta y nos acuse de “adoctrinar” según cuales sean nuestras preferencias políticas.

Nuestra sociedad está muy contaminada por métodos de análisis falaces que muy lejos están de los métodos científicos y mucho se acercan a los métodos de análisis del tipo fanático. En general, ante un hecho político o social (aunque también en los deportivos, religiosos, etc.) muchos toman una posición con ideas preconcebidas y luego buscan solo aquellas informaciones y personas que apoyen su idea. Y cuando aparecen personas que los contradicen simplemente rechazan sus ideas o se desestima la persona que las sostiene. Este negar o afirmar se hace sin importar la consistencia de la información ni la lógica que pueda tener, se hace simplemente desde el deseo de tener razón.

Esto técnicamente se llama “sesgo de grupo” y es la principal característica en la que se apoyan las Fake News (noticias falsas) y las teorías conspirativas (terraplanismo, antivacunas, etc). Contrariamente a este método de “analizar” la realidad está el método científico, en el cual, si bien siempre existen ideas preconcebidas ya que somos seres sociales y por tanto influenciables, se trata de desprenderse lo mas posible de ellas y analizar los hechos de una manera lógica y amparándose en las pruebas, no en los supuestos que nos convengan según nuestras ideas previas.

Esta última es la forma desde la que trataremos de analizar la realidad que atravesamos tras el hecho ya mencionado, y también es desde donde nos preguntaremos porque hemos llegado a esto y como debemos seguir si queremos que este sistema democrático, que por supuesto necesita muchas mejoras, tiene que ser el que nos rija como sociedad. La violencia política no es ajena a la violencia social, por eso intentaremos hacernos varias preguntas y analizar ayudándonos también con la experiencia histórica sobre qué pasó y cuál es el granito de arena que podemos aportar para tener una sociedad mas justa y que pueda dirimir las diferencias sin la necesidad de eliminar al otro.

¿Quisieron matar a la vicepresidenta o es todo un circo?

Todos tuvimos una reacción emocional al enterarnos del hecho, las reacciones emocionales responden básicamente a nuestros deseos, miedos y prejuicios y es por eso que seguramente existirán personas que se asustaron ante lo sucedido, otras que se alegraron y otras que se lamentaron, ya sea por lo sucedido o porque el tiro no salió. Si bien es éticamente muy cuestionable que alguien se alegre porque no lograron matar a otra persona, sea quien fuera, aquí no vamos a discutir cuestiones éticas, sino que trataremos de analizar los argumentos que se esgrimen cuando sucede un hecho de esta magnitud.

Como dije todos tuvimos una sensación cuando vimos lo que paso y en general para quienes se interesaron en el tema de una forma u otra seguramente la sensación fue que estábamos frente a un hecho de extrema gravedad como lo es un intento de magnicidio, o bien de indignación por creer que estaba todo armado por CFK y sus partidarios para victimizarse. Por supuesto que ante un hecho solo los protagonistas saben realmente sus propias intenciones, pero los “espectadores” podemos realizar un análisis que nos lleve a acercarnos a la verdad lo máximo posible o podemos creer lo que “nos conviene” como decíamos al principio del texto. Pues bien analicemos esto…

Empecemos analizando brevemente los hechos y luego el contexto en el que se dan. Una persona gatilló un arma frente a la vicepresidenta cuando ella estaba por ingresar a su casa rodeada de partidarios, pero el arma no se accionó. En un primer vistazo a las imágenes podemos creer que CFK se asusta al ver el arma, pero cuando miramos detenidamente el video vemos que es muy probable que jamás la haya visto y que se agacha porque se le cae un libro que le dan para firmar. Aquí podemos trazar un primer análisis sobre las dos posturas que se tomaron al principio. La ciencia explica que cuando estamos ante un peligro la reacción de nuestro cuerpo puede ser de tres tipos: paralizarse, intentar enfrentar el peligro o intentar huir del peligro. Aquí vemos que o bien el atentado es real y ella no ve el arma y por eso no reacciona de ninguna forma o bien estamos ante la peor actuación de la historia de la humanidad. De ser algo armado debería tener “épica”, custodios tirándose para salvarla, ella gritando, descontrol, etc. Cuando lo que vimos fue que CFK siguió en el lugar casi como si nada, por lo que podemos concluir que la mayor posibilidad es que ante una terrible falla de su custodia una persona intentó asesinarla, pero no tuvo éxito.

Aquí seguramente alguien dirá como ya he escuchado a muchos: “si la quería matar la hubiera matado”. Este argumento parte de la falsa idea de que el deseo está relacionado con el éxito, querer no siempre es poder, juegan siempre cuestiones psicológicas, azarosas y del contexto. Existen en la historia muchos ejemplos de intentos de magnicidio fallidos, a Hitler, al papa Juan Pablo II, en todos se llegó a la persona, pero se falló por distintas circunstancias. En nuestro país se atentó al menos contra 10 mandatarios y jamás se tuvo éxito, A Rosas le mandaron en forma de regalo una “maquina infernal” que no funcionó cuando la abrió su hija, tiros errados contra Yrigoyen y De la Plaza, un piedrazo en la cabeza de Roca (no es un chiste) un intento de asesinato en donde falló el arma del atacante cuando Sarmiento iba a ver a su amante desarmado, un bombardeo a la Plaza de Mayo en donde según muchos el objetivo era matar a Perón, una bomba detectada a tiempo contra Alfonsín, etc. Nuestro país no cuenta con magnicidios, por lo tanto, el argumento de que “está todo armado porque si querían matarla la hubieran matado” tiene poco sustento lógico e histórico.

Todos estos hechos relatados se dieron en contextos particulares, gobiernos oligárquicos combatidos por anarquistas que veían en el atentado contra mandatarios una táctica valedera para lograr la justicia social, intentos de golpe de Estado, intento de venganza por juzgamiento de las fuerzas armadas, etc. ¿Y cual es el contexto en el que se da lo sucedido el jueves 1°?

¿Son los medios de comunicación los culpables de lo sucedido?

Como dijimos el hecho que estamos analizando y sobre el que vamos a debatir sus causas se da en un contexto. Hay quienes dicen que esto es la acción de “un loco suelto”, otros opinan que la culpa es de los discursos de odio de los medios masivos de comunicación, otros dicen que la culpa es de los jueces porque persiguen a CFK, otros culpan a los políticos y sus discursos en donde plantean la eliminación de los adversarios. ¿y de quien es la culpa?

Antes de seguir confieso que la pregunta es tramposa y responderla por si o por no sería un error de los que se comete comúnmente. Si respondiera que sí, incluso dando argumentos, estaría dando la falsa idea de que son los medios los únicos culpables del intento de magnicidio y si respondiera que no estaría exculpándolos de la responsabilidad que tienen en la formación de opinión y negando su poder. La pregunta entonces debería ser ¿son los medios de comunicación los únicos culpables de lo sucedido? A lo que deberíamos responder que no, pero también podríamos preguntarnos ¿tienen influencia los medios de comunicación en el accionar de las personas? A los que podríamos respondernos que por supuesto que sí.

Los medios de comunicación en sus formas de “hacer periodismo” influyen y mucho en el estado de ánimo de la gente. Esto es innegable no solo cuando vemos que distintos medios informan sobre un mismo tema de forma distinta instando a la gente a elegir culpables e inocentes, sino también cuando vemos que según el color político de los gobiernos que hayan sido elegidos los medios deciden sobre qué y cómo informar, por ejemplo cuando ante hechos que no benefician a las mayorías (aumentos de servicios por dar un ejemplo) generan descontento o tratan de convencer a la gente de que lo que se hace está bien según sí coinciden o no con el gobierno de turno

En este caso puntual del que estamos hablando la responsabilidad de los medios de comunicación ya sea en TV, periódicos o en redes no puede negarse. Los medios actualmente en lugar de buscar informar buscan formar opinión en los receptores de la información de los hechos. Con CFK es evidente que no hay ningún intento de tratar de ser ecuánimes tanto por parte de quienes la apoyan como de quienes directamente la defenestran. Y ojo, aquí no se trata de atacar la libertad de expresión sino de distinguir entre libertad de expresión y “libertad de odio”. Desde el periodismo no se puede llegar al punto de tras un intento fallido de asesinato hacer infografías de como cargar correctamente un arma como la que se uso el jueves, es mínimamente muy irresponsable.

Pero como decíamos los medios no son los únicos responsables en esta realidad violenta en la que vivimos, contamos con actores políticos de distintas ideologías que hablan de la eliminación del adversario convirtiendo la disputa democrática en una guerra que no ayuda para nada a la convivencia pacífica. Al respecto hay que decir que los políticos también se manejan en un contexto y muchos tratan de aprovecharse del mismo, por eso sería un error no hacernos cargo de “lo que nos toca”. La violencia no es propiedad exclusiva de los medios y los políticos. Si en la escuela recurrimos a la violencia porque “el otro nos mira mal”, porque “le habla a nuestra pareja o a quien nos gusta”, si un grupo mata literalmente a patadas a un joven a la salida de un boliche, si en la calle las discusiones de transito terminan a las trompadas o a los tiros, si en la cancha naturalizamos cantar que hay que matar al que no lleva nuestros colores, si creemos que nuestra pareja es nuestra propiedad, si maltratamos a mujeres y niños por ser más fuertes físicamente, si en las redes nos amparamos en el anonimato para defenestrar las ideas ajenas o pedir la muerte de otros, en fin, si no podemos resolver los conflictos de forma no violenta ¿por qué creemos que la violencia es culpa de los demás? Y la pregunta más importante quizá es ¿Por qué nos volvemos violentos?

¿Por qué los seres humanos apelamos a la violencia?

Como dijimos la violencia se da en contextos determinados y no podemos no analizar el contexto como parte del problema. Vivimos en una situación en la que el dinero de los trabajadores alcanza cada vez menos e incluso muchos no tienen trabajo, en la que se demoniza al que cobra un plan social sin saber su situación, pero se festejan ciertas formas de obtener dinero que no dependen del esfuerzo. Vivimos en una sociedad en la que cada vez se ve en el otro más a un enemigo que a un par con el que seguramente compartimos ideas y problemas.

En general la violencia surge de la frustración, del no saber como responder a las situaciones y volver entonces a lo más animal de nuestro ser. Esto se da en hechos puntuales, pero también ante cuestiones sociales. Para poner un ejemplo histórico hay que decir que Hitler no construyó su política de exterminio apelando a millones de locos, sino apelando a millones de alemanes que frustrados tras la primera guerra mundial creyeron en sus soluciones mágicas. Los resultados ya los conocemos, una Alemania dividida y devastada y más de 50 millones de muertos ocasionaron esas soluciones mágicas.

Como sociedad tenemos muchos problemas que no se pueden solucionar de un día para el otro, problemas personales, económicos, educativos, de adicciones, etc. Por eso y porque lamentablemente cada vez son mas y mas profundos esos problemas es que tendemos a creer en soluciones mágicas en lugar de entender que los problemas profundos necesitan soluciones reales y ellas tardan en realizarse. Quienes nos venden las soluciones mágicas a nuestros problemas son quienes no los tienen y quienes se benefician de ellos, y para que nosotros necesitemos cada vez mas de sus soluciones mágicas necesitan que seamos cada vez mas violentos y que no pesemos las formas reales de solucionar los problemas a largo plazo, sino como eliminar inmediatamente al que ellos nos dicen que causa el problema. Así se construyeron y se construyen las políticas totalitarias: mintiendo y usando violencia para los fines de unas minorías que ni cerca están de tener los problemas por los que se desesperan y se vuelven violentas las mayorías.

Entonces, si la culpa no es solo de los demás, ¿Qué podemos hacer nosotros desde nuestro lugar de ciudadanos comunes?

Conclusión: ¿Los “nadies” podemos cambiar algo?

Si hablamos de violencia debemos decir que no es lo mismo provocar la violencia que responder de forma violenta a otra acción violenta. Ante ciertas situaciones violentas es obvio que vamos a apelar a la violencia para defendernos. Por ejemplo, ante un ataque militar una nación apela a defenderse de forma militar, pero también hay que aclarar que no siempre es necesario responder de forma violenta a actos violentos, ni mucho menos generar nosotros las situaciones violentas. Acá no se trata de hablar desde el idealismo, sino preguntarnos como construimos una sociedad menos violenta con lo difícil que eso es.

Para empezar, hay una pregunta filosófica que podríamos tratar de responder: ¿Cómo ser tolerante con los intolerantes? La respuesta es difícil, pero quizá podríamos empezar a desarmar la tela de arañas respondiendo que sería muy positivo no ser nosotros los intolerantes con quienes son tolerantes con nosotros. Es decir, podríamos mínimamente no ser quienes resuelven con violencia las cuestiones que nos surgen, el dialogo y el no ver al otro como un enemigo puede ser una forma de empezar a acabar con el problema desde el lugar que nos toca.

Pues bien, si llegaron hasta aquí seguramente se habrán preguntado e incluso probablemente se habrán respondido sobre mis “simpatías” políticas. Por la forma de analizar que tenemos y de la que hablamos al principio seguramente habrá quien determinó que soy Kirchnerista y por eso condeno el atentado sobre CFK y quienes creerán que al no poner todas las culpas en manos del periodismo y el poder judicial en realidad soy partidario de Cambiemos o algún espacio político similar. Pues bien, ninguna de las dos es correcta.

Porque creo que es ético decir como se piensa y no dar a entender una “neutralidad” que no existe nunca en términos de opinión política, y porque tanto este debate como la educación tienen mucho de político, es que les voy a decir que mis ideas son de izquierda, no concuerdo con muchas de las políticas del actual gobierno ni con las del anterior. Analizo la realidad y elaboro mis pensamientos partiendo de los intereses de la clase trabajadora, por eso es que tengo muy claro que una escalada de violencia como la actual y un intento de magnicidio como el que sufrió CFK no auguran nada bueno para los trabajadores de este país.

Hoy más allá de las simpatías que pueda o no generarnos CFK, que nos parezca o no que robó, que la creamos corrupta o no, que la hayamos o no votado, lo realmente importante es que ante un intento de magnicidio lo que esta en juego es el sistema democrático, que como dije al principio tienen muchas cosas que mejorar, pero que aun así hoy sigue siendo el mejor sistema que tenemos. Las posibilidades de mejorar nuestra situación y la de los de nuestro alrededor son mucho mayores pudiendo elegir a los gobernantes que si es a los tiros que se elige quienes nos gobiernan.

Es importante que nos quede clara una cosa, gracias a la suerte esto que sucedió nos dio una oportunidad de poder reflexionar como sociedad, si la bala salía quizá estaríamos ante una escalada de violencia que hubiera llevado a épocas que muchos no llegamos a vivir y a las que muchos de los que las vivieron no quieren volver.

Ante la violencia política y social hagámonos como sociedad la pregunta del título ¿El único límite es la muerte? Replanteemos nuestras acciones, seamos empáticos con los demás y recordemos que no solo los 24 de marzo es necesario decir NUNCA MAS...

4 de septiembre de 2022

Actividades propuestas para el aula:

1 – Leer y debatir la introducción.
2 - Armar distintos grupos y darle a cada uno de ellos uno de los textos que responden a las siguientes tres preguntas: ¿Quisieron matar a la vicepresidenta o es todo un circo? ¿Son los medios de comunicación los culpables de lo sucedido? ¿Por qué los seres humanos apelamos a la violencia? Pedirle a cada grupo que elabore la respuesta a la pregunta planteada con sus palabras (se pueden ayudar con el texto).
3 - Debatir sobre todas las preguntas utilizando las respuestas elaboradas por estudiantes.
4 – Leer y debatir la conclusión.
IMPORTANTE: Trabajar el tema entre docentes y estudiantes escuchando y respetando todas las opiniones.

Material Realizado y aportado por:

Profesor Diego A. Bouquet

Más de 10 años de trabajo en la educación pública. Titulo de profesor de historia con trayecto en ciencias sociales y técnico mecánico. Diplomado en prevención de consumos problemáticos en la U.S.I. Generador de contenido educativo audiovisual en YouTube. Creador y administrador de esta página.

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