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8 de marzo: Regalar flores o entender y apoyar la lucha

8 de marzo:

Regalar flores o entender y apoyar la lucha

Hoy trataremos de reflexionar sobre dos cuestiones importantes para esta fecha: La primera de ellas es el significado histórico que tiene el 8 de marzo y el significado actual que tiene para nuestra sociedad y en la segunda cuestión me quiero dirigir especialmente a los varones cis (El uso de prefijo “CIS” refiere a los hombres que viven en el sexo que les fue asignado al nacer) … Vamos a por ello…

¿Día festivo o de lucha por la igualdad?

Como todos los 8 de marzo en cada semáforo hay alguien vendiendo flores, mientras que en las tiendas de golosinas suben considerablemente las ventas de dulces y bombones. Esto es así ya que en esta fecha se conmemora el día internacional de la mujer y como en toda conmemoración existe una interpretación de lo que significa esa fecha. Esta interpretación nace de una lucha muchas veces implícita, otras explícita, por darle un sentido político a la fecha.

Para entender que conmemoramos cuando conmemoramos algo debemos ir a los orígenes de dicha conmemoración, allí encontraremos seguramente el sentido original que se le quiso dar a la misma. Allí no estarán las distintas contaminaciones que sufren las conmemoraciones con el paso del tiempo.

Y en el caso del día internacional de la mujer la historia nos lleva por diferentes acontecimientos que tienen como protagonistas a mujeres trabajadoras y militantes revolucionarias del siglo XIX y el siglo XX.

Orígenes del 8 de marzo: mujeres y trabajadoras

El hecho más lejano relacionado con esta fecha fue allá por 1857 cuando las obreras textiles de Nueva York salieron a las calles en medio de una huelga masiva para reclamar la jornada laboral de 10 horas y porque ganaban menos de la mitad que sus compañeros varones. Obviamente fueron brutalmente reprimidas por la Policía. Dos años después, también en marzo, estas mismas mujeres crearon su primer sindicato para protegerse de sus empleadores.

Ya en el siglo XX, otro 8 de marzo, pero de 1908 estas 15 mil mujeres neoyorquinas volvieron a salir a luchar exigiendo un aumento salarial, el derecho al voto y el fin del trabajo infantil. Allí surge un slogan utilizado aun por algunos colectivos de mujeres, su eslogan fue "Pan y Rosas" (el pan como símbolo del acceso a la alimentación y las rosas del acceso a una mejor calidad de vida). Ya en mayo de ese mismo año el Partido Socialista de los Estados Unidos declaró el 28 de febrero como el primer Día Nacional de la Mujer. Esta fecha fue conmemorada por las mujeres estadounidenses hasta 1913.

Los hechos se sucedían rápidamente dentro de un principio de siglo que Vladimir Lenin caracterizó como una época de “crisis, guerras y revoluciones”, y es en ese contexto que se celebra la Conferencia de Mujeres de Copenhague de 1910, organizada por la II Internacional Socialista. Allí Clara Zetkin, una revolucionaria dirigente de la Socialdemocracia Alemana que intervino tanto en el movimiento obrero como en el movimiento de mujeres, propuso organizar cada 8 de marzo un Día de la Mujer Trabajadora, en memoria de las obreras textiles que habían caído como Los Mártires de Chicago, peleando por sus derechos. Es sumamente importante decir que la lucha por la emancipación de las mujeres estaba totalmente ligada a la lucha por la emancipación de los trabajadores, no eran luchas que iban por canales distintos, al respecto deja claro esto la consigna que decía: “el voto de la mujer unirá nuestras fuerzas en la lucha por el socialismo”.

Pero no fue un 8 de marzo que se celebró por primera vez el Día Internacional de la Mujer, fue el 19 de marzo de 1911 y se movilizaron mujeres de una parte de Europa. Fueron movilizaciones con más de un millón de personas manifestándose por el derecho de voto y de ocupar cargos públicos. Esas mujeres también exigieron el derecho al trabajo, a la formación profesional y a la no discriminación laboral.

El horror del fuego encendió una lucha histórica

Ese mismo año se da uno de los hechos más terribles e icónicos en la lucha de las mujeres por la emancipación: el incendio en la Triangle Shirtwaist Company. Fue en Estados Unidos el 25 de marzo de 1911. Allí más de 140 trabajadoras, la mayoría inmigrantes italianas y judías, murieron calcinadas al no poder salir del edificio en llamas. Esto no fue un accidente ya que la única puerta de salida estaba cerrada con llave y afuera la policía estaba reprimiendo, evidentemente fue un escarmiento que intentaron darles a las mujeres que luchaban por condiciones de trabajo dignas.

Este hecho calo hondo en las mujeres trabajadoras del mundo y la escalada de lucha por la emancipación siguió su curso natural y se enardeció con el advenimiento de la primera guerra mundial. Entonces el último domingo de febrero en 1913 las mujeres rusas celebraron su primer Día Internacional de la Mujer. Al año siguiente en varios países de Europa se celebraron mítines de mujeres el 8 de marzo para protestar por la guerra y en solidaridad con las demás mujeres del mundo.

Fue entonces que al freno del desarrollo humano que significo la gran guerra se le enfrentaron las mujeres rusas para poner en marcha nuevamente el motor de la lucha por la emancipación. En 1917, como reacción a los soldados rusos muertos en guerra, se escoge nuevamente el último domingo de febrero para declararse en huelga, junto a todos los obreros, en demanda de “pan y paz”. Solo 4 días después el zar se ve obligado a renunciar y con el nuevo gobierno provisional las mujeres obtienen el importante, aunque insuficiente, derecho al voto en Rusia. Paradójicamente ese domingo histórico fue el 23 de febrero según el calendario juliano utilizado en Rusia, día que para nuestro calendario (el gregoriano) sería el 8 de marzo.

Las herederas de las mujeres que no pudieron quemar

Con la revolución socialista de octubre de ese mismo año Rusia se transformó en el primer país donde se consiguió la igualdad jurídica entre varones y mujeres, el primer país donde se legalizó el aborto y donde dejó de penalizarse la homosexualidad. Esa revolución se planteó construir una sociedad completamente diferente, a imagen y semejanza de las y los explotados y oprimidos. Pero según relata Aleksandra Kollontai tres años después de la revolución “En la república soviética las mujeres obreras y campesinas no necesitan luchar por el sufragio o por derechos civiles. Ya han ganado esos derechos: el derecho a voto, a participar en los Soviets y a participar en todas las organizaciones colectivas (…) Pero los derechos por sí solos no bastan. En dos años de Poder Soviético, la vida misma no ha cambiado en absoluto (…) y estamos rodeados por el mundo que hemos heredado de un pasado oscuro y represivo. Los grilletes de la familia, el trabajo doméstico y la prostitución aún son una pesada carga para la mujer trabajadora. Las mujeres obreras y campesinas solo pueden librarse de esta situación y alcanzar la igualdad real, y no sólo en la ley, si ponen todas sus energías en hacer de Rusia una sociedad verdaderamente comunista.”.

Como vemos en este texto y en los hechos ya relatados con anterioridad, mas allá de variante y matices de lo que no queda duda es del origen de esta fecha, tal como dice la militante Tofi Mazú en la nota escrita a propósito del tema (1):

“Si hay algo que podemos afirmar, sin duda alguna, es que las mujeres escribieron su historia de lucha contra la opresión sufrida como mujeres y la explotación sufrida como trabajadoras.”

(1) Disponible en los accesos a las fuentes utilizadas que se encuentra al final del texto

El poder intenta resignificar el 8 de marzo

Con el tiempo los sectores de poder han ido tomando nota de los problemas que movilizaban a las mujeres y han intentado dar paliativos mientras las mujeres les seguían arrancando derechos. Ya en 1945, tras la guerra, se firma la Carta de las Naciones Unidas, que fue el primer acuerdo internacional para afirmar el principio de la igualdad entre hombres y mujeres. Y para 1972 Asamblea General de las Naciones Unidas proclama que 1975 sería el Año Internacional de la Mujer, y para el 8 de marzo celebran por primera vez el Día Internacional de la Mujer.

En el medio las mujeres han ido consiguiendo mediante la lucha el derecho al voto, a decidir sobre su propio cuerpo y han ocupado lugares de poder que en el siglo XIX parecía imposible que ocupen. Lamentablemente no fue suficiente y falta mucho camino por recorrer. En occidente aún son miles los casos de femicidios, siguen multiplicándose los casos de abuso y la diferencia en la brecha salarial entre hombres y mujeres sigue existiendo, mientras tanto en oriente la situación de las mujeres es aún peor.

Es por eso que en el titulo de esta nota nos preguntamos lo que nos preguntamos, no tenemos ningún problema con los trabajadores que venden flores ni con los que venden golosinas, pero una fecha en la que se conmemora la muerte de miles y miles de mujeres que murieron peleando por sus derechos, o por el solo hecho de ser mujeres, no debe transformarse en un happy day capitalista, sino en un día en el que tomemos conciencia de que falta mucho para conseguir la igualdad y no debemos detener el camino hacia ella.

¿Y los hombres que?

En el final y como parte de ellos mismos me quiero dirigir a los varones CIS, que son aquellos que viven en el sexo que les fue asignado al nacer. Aclaro que aquí les hablo a “los hombres al menos un poco sanos del patriarcado”, no a violentos y abusadores, ya que los mismos no tienen la capacidad de raciocino como para comprender algunas cosas básicas del comportamiento humano, les hablo a aquellos queridos hombrecillos que en cuestiones genitales hemos tenido el privilegio de nacer del lado que no es oprimido. A ustedes y como parte de ustedes les digo que ya es hora de empezar a soltar esos privilegios que no nos fueron asignados naturalmente, sino que son una construcción social que data de siglos y siglos. Mas allá de todos los machismos y micromachismos que necesitamos ir superando, me quiero referir específicamente a como “enfrentamos” días como el 8 de marzo.

Como parte del sector social privilegiado tenemos dos caminos a la hora de elegir que hacer cuando las mujeres luchan por sus derechos: Hay un camino en el que consciente o inconscientemente los hombres se resisten a soltar y fijan su vista en todo aquello que le parece un exceso, hablo de paredes pintadas, una mujer que muestra los pechos en una marcha (en TV les parece bien), algún disturbio, etc. A ellos les cuento que es un poquito injusto exigirles a las mismas mujeres que fueron oprimidas durante siglos que cambien las cosas como los que las oprimieron durante siglos pretenden. Las paredes se pintan, los pechos son parte del cuerpo humano y nadie en la historia se emancipo de la opresión pidiendo por favor.

Si son hombres que creen que por el solo hecho de tener genitales masculinos no son ni mejores ni perores que quienes tienen genitales femeninos, quizá sea conveniente que empiecen a pensar si no es mejor mirar la lucha de las mujeres, acompañar y aprender. Quizá no solo sumemos mas hacia la igualdad desde ese lugar, sino que en este desigual mundo en el que vivimos el aprendizaje seguramente nos sirva el día que vayamos a pelear por los derechos que todos tenemos como seres humanos.

A todas las mujeres trabajadoras del mundo, salud en su día de lucha y no bajen jamás los brazos….

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