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17 de septiembre, día del profesor

17 de septiembre, día del profesor

Los 17 de septiembre se festeja en argentina el día del profesor conmemorando la muerte de Juan Manuel Estrada sucedida en 1894. Pero pocos saben quién fue y que pensaba Estrada, eso veremos a continuación…

¿Quién fue Juan Manuel Estrada?

Si buscamos en Wikipedia nos dirá que Estrada “fue un profesor, escritor, político, intelectual y eminente orador argentino, representante del pensamiento católico” nacido en Buenos Aires en 1842. Pero ¿fue todo eso y solo eso? Si y no. Fue eso y además un personaje contradictorio como la gran mayoría de nuestros personajes históricos.

Estrada tuvo sus comienzos como literato y a los 16 años ya había ganado un concurso organizado por el Liceo Literario de Buenos Aires. Luego incursionó en el periodismo para por ese camino llegar al de la educación. En el plano político fue primero diputado provincial y en 1886 fue elegido diputado nacional por la Unión Católica, además era un antirosista ferviente.

Sus ideales políticos navegaban constantemente entre el liberalismo y su línea de ferviente católico. En esa delgada línea se manejó tanto en educación como en política y fue la que lo llevó a sus logros, pero también a sus mayores enfrentamientos cuando los liberales del 80 se enfrentaron a la iglesia.

Tras estar enfermo y buscar en Paraguay un lugar cuyo clima le permitiera mejorarse, murió en Asunción en 1894. Paradójicamente tanto Sarmiento -por quien se festeja el día del maestro- como Estrada -por quien se festeja el día del profesor- tuvieron finales idénticos, intentando mejorar su salud en el Paraguay y falleciendo en el vecino país.

¿Qué hizo Estrada en el ámbito educativo?

Juan Manuel se interesó por la historia ya en su época de literato, el éxito de su premiado “Al descubrimiento de América” lo llevó a dictar cursos de historia argentina en el la nueva Escuela Normal de Profesores en 1865. Estos cursos llegaron a la imprenta y publicó entonces el libro “Lecciones de Historia argentina”. Atraído por sus conocimientos aunque algo distante en lo ideológico, fue el propio Sarmiento quien fundó en 1869 una cátedra de “Instrucción Cívica” en el Colegio Nacional de Buenos Aires y allí designó como titular a Estrada.

Pero no terminaría allí su carrera en la docencia ya que para 1874 fue nombrado como jefe de la Dirección General de Escuelas Normales y un año después a pedido del presidente Avellaneda, y aunque no tenía título universitario, se hizo con la cátedra de Derecho en la Universidad de Buenos Aires. Pero quizá el punto más alto de su exitosa carrera docente llegó en 1876 cuando acepto el ofrecimiento del propio Avellaneda y ocupó el cargo de rector del prestigioso colegio Nacional de Buenos Aires.

Fue en su papel de rector que pronuncio uno de sus más encendidos y recordados discursos en ocasión de “la muerte de Juan Manuel de Rosas y los funerales celebrados en Buenos Aires por las víctimas de la tiranía”. Dijo el 24 de abril de 1877:

¡Desgraciados los pueblos que olvidan! Aquellos de cuyo corazón desaparece la memoria de sus bienhechores, como inscripciones sepulcrales que borran los vivos al pasar; aquellos de cuya conciencia desaparece el odio hacia los grandes malvados, ¡como el fuego de una antorcha apagada en la onda abominable! ¡Demos gracias al cielo, porque sabemos glorificar a San Martín; démosle gracias porque sabemos execrar a Rosas, ¡y levantemos al pie del altar la plegaria cristiana por todos los que resistieron a la corrupción y cayeron bajo el puñal!”

El pensamiento contradictorio de Estrada

Uno de los mayores choques de Estrada con el gobierno nacional se produjo cuando a principios de 1884 para la nueva Escuela Normal de Córdoba se contrató a un grupo de maestras norteamericanas de religión protestante. Automáticamente un párroco de la Iglesia pidió que los católicos no mandaran a sus hijos a esa escuela y el gobierno lo acusó de desestabilizador y subversivo. Un grupo de católicos entre los que había 3 profesores firmó un manifiesto en apoyo al párroco y separaron a los profesores del cargo. Estrada junto a otras personalidades pidieron por estos profesores y en respuesta el presidente Julio A. Roca expulsó a Estrada de su cátedra en la UBA mediante un decreto.

A mediados de ese mismo año Estrada continuó su distanciamiento de un gobierno con el que compartía su liberalismo pues no su laicismo. Es por eso que también rechazó la Ley de enseñanza 1420 por no promover la enseñanza católica. En esa misma línea 4 años después rechazaría también la ley de matrimonio civil a la que consideraba una intromisión del Estado en un rol social que no le correspondía.

Pero no todo era oponerse en el pensamiento de Estrada. Como rector del Nacional de Buenos Aires sumó materias de Historia Argentina para despertar un sentimiento de orgullo nacional en los estudiantes. Aquí vemos una clara contradicción o falta de visión política de Estrada, decimos esto ya que dentro del proyecto liberal estaba el objetivo de que la escuela de produzca un sentimiento nacionalista tanto en los nativos que venían de años de guerras entre provincias, como también en los inmigrantes que venían de a miles. Y es en estos últimos donde muchos no practicaban la fe católica, es por eso que la elite liberal tenía la necesidad de una escuela laica.

Mas allá de sus enfrentamientos con los liberales o su ferviente fe religiosa podemos decir que quizá uno de los puntos más positivos en el pensamiento de Juan Manuel Estrada estaba en la reivindicación del trabajo docente. Siendo rector del Buenos Aires impulsó aumentos de salario para los profesores entendiendo que “la vocación del profesor no se confunde con la del mártir, ni con la del penitente”. Por otra parte, tendió a valorar el trabajo docente lógicamente bajo los ideales de su época y fue entonces que como no había títulos docentes organizó conferencias y cursos para que los educadores se desarrollen mientras por otra parte mucho más discutible propuso remover a quienes no “dieran la talla” en el trabajo o faltaran mucho.

Para culminar dejemos en sus propias palabras que nos explique lo que fue la docencia en su vida:

“Ha sido para mí la enseñanza un altísimo ministerio social, a cuyo desempeño he sacrificado el brillo de la vida y las solicitudes de la fortuna: el tiempo, el reposo, la salud, y en momentos amargos, mi paz y la alegría de mi familia”.

Si querés podés bajar el material en PDF

17-de-septiembre-dia-del-profesor-2022.pdf

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Material Realizado y aportado por:

Profesor Diego A. Bouquet

Más de 10 años de trabajo en la educación pública. Titulo de profesor de historia con trayecto en ciencias sociales y técnico mecánico. Diplomado en prevención de consumos problemáticos en la U.S.I. Generador de contenido educativo audiovisual en YouTube. Creador y administrador de esta página.

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