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MicroHistorias: Intentaron desaparecerla, la hicieron brillar por siempre

Ana Teresa Diego:

Intentaron desaparecerla, la hicieron brillar por siempre

El 24 de marzo de 1976 se instauró en argentina la ultima dictadura militar que azotó nuestro país. Entre otras atrocidades el gobierno de facto se caracterizó por el secuestro y la desaparición sistemática de miles de personas.

A 191 días de haber dado el golpe, el 30 de septiembre de ese mismo año, un grupo de tareas secuestraba a Ana Teresa Diego, de 21 años cuando salía de estudiar en la facultad de Astronomía.

Ana fue llevada al Pozo de Quilmes, uno de los más de 600 centros de detención clandestina que llegaron a existir. Allí en una celda contigua estaba Emilse Graciela Moler quien mantuvo con Ana la siguiente conversación:

- Son las 5 de la tarde – me dijo Ana casi susurrando

- ¿Cómo sabes? – le pregunte desde la celda de al lado

- Por la proyección del sol en la pared. Se forma un ángulo, y por trigonometría, mido el seno y el coseno, así lo puedo calcular. Estudio astronomía.

Emilse sobrevivió al calvario, Ana no. Alla por 2017 en un aniversario de su desaparición Emilse relató lo sucedido en esas frías y sucias celdas en donde las tenían cautivas. En ese texto también relata lo siguiente:

“Seguimos hablando un rato, de celda a celda, en el Pozo de Quilmes. Nos habíamos levantado la venda y mirábamos por las ventanitas de las puertas de los calabozos que daban a un paredón. Un día se la llevaron. Nunca supe más de ella.

Siempre transmití a mis alumnos que la trigonometría es muy importante para resolver problemas cotidianos de nuestras vidas.

Un homenaje a vos Ana, que me pudiste decir la hora cuando había perdido todas las coordenadas.”

Emilce Moler

Emilce Moler es además sobreviviente de la fatídica Noche de los Lápices y tenia solo 17 años cuando fue secuestrada. Respecto al tiempo que permanecieron detenidas juntas dijo que fue poco y agregó:

“A mi me cambiaron de celda y nunca supe si a ella la habían trasladado a otro lugar o es que no la escuchaba más porque yo estaba en otro lugar”, dijo.

Pasados varios años de su desaparición y sin saber que había sido de ella, el 10 de diciembre del año 2011 justo el día de los derechos humanos, el Comité de la Unión Astronómica Internacional aprobó una propuesta del decanato de la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas de La Plata. Desde ese instante el asteroide 11441, ese que había sido descubierto en 1975 en San Juan y que se encuentra entre Marte y Júpiter allí justo en el cinturón principal de asteroides, iba a llevar por siempre el nombre de “Anadiego”.

Por primera vez un cuerpo del sistema solar iba a llevar el nombre de un desaparecido por una de las dictaduras del Cono Sur.

Al año siguiente del nombramiento miembros del Equipo de Antropología Forense encontraron los restos del cuerpo de Ana Teresa Diego en una fosa común del cementerio de Avellaneda. Aquellos que la secuestraron intentaron ocultarla en la oscuridad, no pudieron.

Esos perversos personajes que se creían dueños de la vida van terminando o ya terminaron sus lamentables y oscuras existencias; mientras tanto Ana, esa que intentaron borrar, brillará bien alto por millones de años.

Porque, aunque intentaron desaparecerla, la hicieron brillar por siempre…

Material Realizado y aportado por:

Profesor Diego A. Bouquet

Más de 10 años de trabajo en la educación pública. Titulo de profesor de historia con trayecto en ciencias sociales y técnico mecánico. Diplomado en prevención de consumos problemáticos en la U.S.I. Generador de contenido educativo audiovisual en YouTube. Creador y administrador de esta página.

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